
Relaxing Spa Touch
Relajación Y belleza para ti...
MASAJE DESCONTRACTURANTE

Los masajes descontracturantes son una de las formas más eficaces para combatir este tipo de lesiones (contracturas).
Efectos del masaje
•Mejora la recuperación de tejidos y limpieza de metabolitos además de propiciar una relajación del músculo, reduciendo la tensión, y por tanto el dolor.
•Mejora de la movilidad y elasticidad.
•Previene enfermedades musculares.
•Libera endorfinas.
•Aumenta la circulación sanguínea, mejorando la
oxigenación muscular.
•Favorece el sistema nervioso.

Contraindicaciones Relativas
Nunca realizar masajes en caso de que el paciente se encuentre en
alguna de las situaciones siguientes:
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Embarazo en los tres primeros meses de gestación. El tiempo restante al parto, siempre se realizarán los masajes de lado
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Hipertensión arterial. Sólo realizar masajes relajantes, nunca estimulantes
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Cuando hay reacciones cutáneas al masaje
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Cuando el receptor sufre mucho dolor
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En enfermedades de la piel
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Personas con taquicardia
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Personas con contusiones graves
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Inmediatamente después de operaciones quirúrgicas
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Insolación, causa aún más irritación
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Mujeres durante el período de menstruación, sobre en todo en piernas ya que el flujo sanguíneo es mayor
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En personas hipo-tiroideas, no realizar masajes con crema que contengan algas.
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Cuando existen enfermedades infecciosas de la piel (p. ej. Hongos, lupus) y otras no infecciosas generalizadas. Ulceras y quemaduras.
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Enfermedades vasculares inflamatorias, inflamaciones de los ganglios linfáticos y cadenas ganglionares.
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Procesos inflamatorios de origen bacteriano.
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Tampoco se realizaran masajes cuando haya hematomas, hemorragias recientes, heridas sin cicatrizar, esguinces agudos, contusiones de importancia, edemas agudos, derrames articulares, desgarros tendinosos.
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Trombosis y embolia arterial por riesgo de embolismo pulmónar o de otros tejidos del organismo, venas varicosas avanzadas y en cardiopatías en general (p. ej. Taquicardias, hipertensión arterial).
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Inflamaciones agudas o patológicas con sintomatología típica: dolor, calor, rubor (color) y aumento de volumen.
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Enfermedades agudas o en fase evolutiva, como estados febriles, nauseas, úlceras gástrica ó duodenal muy avanzada.
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Enfermedades de tipo metabólico como la gota.
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Fibrosis y enfermedades musculares degenerativas.
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Enfermedades reumáticas agudas.
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Enfermedades infecciosas o tumorales.
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Rotura o desgarros de músculos, vainas, tendónes, ligamentos.
- Traumatismos recientes y tratamientos quirúrgicos.

